Entre el pueblo de Evisa y el puerto de Vergio, el bosque de Aitone ofrece un remanso de frescura a la sombra de sus pinos laricio perfectamente rectos. Se extiende entre los 800 y 2000 metros sobre el nivel del mar.
Se puede llegar por una ruta de senderismo en los castañares de Evisa (ideal si tienes niños, con sus paneles didácticos que describen la flora local), o en coche por una carretera de montaña.
Si eliges esta última opción, tendrás que parar a menudo, porque los jabalíes y las cabras en libertad hacen la siesta allí, ¡como cualquier corso que se precie!
En el bosque, numerosas piscinas naturales y las cascadas de Aïtone tentarán a los más valientes. ¡El agua rara vez supera los 11 grados en verano!
El paso Vergio, que culmina a 1427 metros, es una estación de esquí en invierno.
Al comienzo de la primavera, con los pies en la nieve, se puede ver el mar en el horizonte.
Aquí, sin sombra, solo piedras esparcidas por el suelo.
El ascenso puede ser un poco difícil, y hacia el final es casi una escalada en roca, pero es corto (menos de una hora) y vale la pena el esfuerzo.
Una vez en la cima del paso, las montañas se extienden hasta donde alcanza la vista frente a ti.
En el horizonte, desembocan en el espumoso Mediterráneo. El espectáculo es realmente impresionante.
