El centro de Brujas

El Burg y el Markt

El centro de Brujas

El corazón de Brujas se compone de algunos monumentos de visita obligada y dos grandes plazas (el Markt y el Burg).

Estás aquí en la parte más turística de la ciudad, donde puedes encontrar los símbolos más visibles y llamativos del poder de Brujas en la Edad Media y hasta el siglo XVI.

El Markt es una magnífica plaza central rodeada de casas tradicionales con fachadas coloridas. 



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El centro de Brujas

En estilo gótico, estas casas típicas de las ciudades del norte de Europa suelen tener una fachada de ladrillo plano relativamente estrecha cuya parte superior está recortada en forma de escalera.

Dominando la plaza, el monumento más impresionante es, por supuesto, el Campanario, cuyas campanadas resuenan regularmente por toda la ciudad al ritmo del himno europeo. Esta enorme torre domina los mercados que datan del siglo XIII y está junto al impresionante palacio provincial. 

Es tan alto que lo verás desde casi cualquier lugar de la ciudad, sirviendo como punto de referencia para tu paseo. Los más valientes subirán a la terraza en lo alto de la espadaña para contemplar una bella panorámica de la ciudad. 

Si los 366 escalones lo desaniman, no se preocupe: los panoramas más hermosos se encuentran a lo largo de los canales o en ciertos puentes.

El centro de Brujas

Conectado con el Markt por Breidelsstraat, el Burg es una plaza igualmente impresionante que alberga, en particular, el ayuntamiento.

Este edificio de piedra ricamente decorado simboliza el poder y el esplendor de la época dorada de la ciudad. Fue terminado en el siglo XV.

En el interior, la sala gótica se ha convertido en un pequeño museo que cuenta la historia de la ciudad.



Junto al ayuntamiento, el edificio de piedra ennegrecida da acceso a la Basílica de la Santa Sangre. En la planta baja alberga una capilla bastante austera de estilo románico.


En la parte superior de las escaleras, la capilla alta sorprende con sus paredes, columnas y techos de colores brillantes. Se dice que la sangre de Cristo se guarda en la basílica.


Un sacerdote constantemente presente lo vigila desde lo alto de un altar. Por unas pocas monedas, puedes acercarte y tocar la copa sagrada y recibir una bendición...

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